MÁS DE 140 PAÍSES SE PRONUNCIAN
CONTRA
LA PENA DE MUERTE
Esta semana
se conmemoró el Día Mundial contra la Pena de Muerte. Silenciosamente para los
medios, el miércoles en más de 140 países del mundo se lanzaron campañas de
adhesión y promoción a la lucha contra la pena capital, mientras la agenda periodística mundial transitaba sus ya conocidos caminos.
Según el diario La República de Perú -el único de todos los países sudamericanos donde el Estado puede matar por el delito de “traición a la patria”-, actualmente,
57 países siguen aplicando la pena de muerte en todo el planeta. De acuerdo al periódico peruano, las cifras de Amnesty
International son elocuentes: en el 2011 hubo 676 ejecuciones, unas 150 más que en 2010. Entre
los países que concentran mayor número de casos están Estados Unidos y China.
En la
otra vereda, 141 Estados se resisten a emplear este tipo de acción.
Las
campañas recientes por la lucha contra las ejecuciones no podrían ser nada -o
serían mucho menos de lo invisibles de lo que son- si no fuera por la publicidad,
ese terreno fértil de la creatividad no sólo para promocionar cuestiones
comerciales sino también causas más nobles. En este caso, para generar
conciencia sobre la vigencia en la actualidad de la pena capital.
EN
MEDIO DE UN LITIGIO TERRITORIAL,
MATAN A
UN CAMPESINO DEL MOCASE
El
crimen ocurrió en el paraje de Simbol, en el norte santiagueño, a unos 400 km.
de la capital provincial, en el límite con Salta.
Según un
comunicado del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE), el
"sicario" de un empresario agropecuario de Salta, llegó a la casa de
Galván "a provocar como tantas otras veces, sólo que esta vez con la
intención de matar". La víctima se llamaba Miguel Galván y sufrió una
herida letal con un arma blanca en el cuello. Según la organización campesina “Galván
y sus familiares habían denunciado la tala indiscriminada de tierras y las
amenazas de muerte y golpizas que sufrieron por haber denunciado.
El
asesinato de Galván fue perpetado a casi un año de que otro campesino, Cristian
Ferreyra, de 23 años, muriese baleado por hombres que trabajaban para un productor
sojero, el 16 de noviembre en San Antonio, a 60 km. de Monte Quemado.
LOS
MOTORES DEL
CRIMEN VIOLENTO
METROPOLITANO
“Me
dice muy poco un título: Llevamos cien
homicidios en el año; hay una criminología académica y otra mediática. Una
viene a ser la medicina científica y la otra el curanderismo. La segunda rige
la vida cotidiana”
–decía a Rosario
Express hacecasi dos años Eugenio Zaffaroni, el juez de Suprema Corte de Justicia de laNación, respecto de la muerte en las noticias y en las pertinentes investigaciones.
“¿Qué
cien homicidios? ¿Entre familiares, ajustes de cuentas, robos? ¿Homicidio entre
borrachos? ¿por cuestiones pasionales? Las prevenciones son distintas. La forma
de prevención tiene que ser específica. No tenemos perfil de víctimas. No
tenemos perfil de victimarios”, señalaba Zaffaroni.
Y
parece que el paradigma viene cambiando.
El
portal Cosecha Roja publicó en mayo una exhaustiva nota, firmada por FedericoTrofelli, sobre los asesinatos por ajustes entre narcos en Rosario. En un poco más de
un mes se registraron alrededor de 15 casos de ejecuciones por “cuentas
pendientes”, entre ellos diferencias mortales entre pequeños narcos ligados a
la policía. Asimismo, en los primeros cuatro meses de 2012, fueron alrededor de
60 los “ajustes de cuentas”.
Y hasta
el diario Clarín se ocupó de desmenuzar por entonces - del 1° de enero al 31 de
agosto- los asesinatos ocurridos en Rosario. Además de detallar desde el título
de un informe de su corresponsalía local que “una de cada cuatro víctimas de
crímenes es un adolescente”, en el desarrollo se
aclara que “la mayoría respondió a ajustes por drogas o a la rivalidad entre
bandas barriales” y “el 10% fue por robo”.
En ese
sentido, un informe del portal Rosario3 refiere a los cambios que sufrió laciudad en lo que respecta al circuito delictivo y su relación con hechosviolentos, basado en un
trabajo del periodista Daniel Amoroso para De 12 a 14.
“Autos
de alta gama y concesionarias de primer nivel baleadas. Kioscos de droga que se
demuelen pero junto con los ladrillos sólo caen detenidos los eslabones más
bajos del narcotráfico. Mujeres víctimas de la trata y la prostitución, cuyos
capos siguen siendo invisibles. Y detrás de todo eso, mucho dinero sucio que
busca ser blanqueado y que incluso se reproduce con préstamos en negro a tasas
usurarias”, relata el informe.
Entre los
entrevistados está el criminólogo Enrique Font, uno de los especialistas más
recomendables para dimensionar, contextualizar y abordar el problema.
Los
síntomas, se sabe, determinan el diagnóstico. Y sin diagnóstico lo que hay es
lo que se ve, un malestar crónico que tiende a empeorar más que a solucionarse.
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