REUNIÓN DE NOTICIAS

PERIÓDICO DE PERIÓDICOS DIGITALES Y MISCELÁNEAS

viernes, 12 de octubre de 2012

LUGAR COMÚN LA MUERTE

La muerte en las noticias no es novedad. Acaso la cuestión sea el enfoque, el tratamiento, el tiempo necesario para reflexionar o las intenciones de referirse a uno o más decesos. Números sobre la pena de muerte en el siglo XXI; el asesinato de un integrante del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE) a manos del sicario de un chacarero y los diversidad de crímenes en Rosario durante 2012. 

MÁS DE 140 PAÍSES SE PRONUNCIAN
CONTRA LA PENA DE MUERTE


Esta semana se conmemoró el Día Mundial contra la Pena de Muerte. Silenciosamente para los medios, el miércoles en más de 140 países del mundo se lanzaron campañas de adhesión y promoción a la lucha contra la pena capital, mientras la agenda periodística mundial transitaba sus ya conocidos caminos.
Según el diario La República de Perú -el único de todos los países sudamericanos donde el Estado puede matar por el delito de “traición a la patria”-, actualmente, 57 países siguen aplicando la pena de muerte en todo el planeta. De acuerdo al periódico peruano, las cifras de Amnesty International son elocuentes: en el 2011 hubo 676 ejecuciones, unas 150 más que en 2010. Entre los países que concentran mayor número de casos están Estados Unidos y China.
En la otra vereda, 141 Estados se resisten a emplear este tipo de acción. 

Las campañas recientes por la lucha contra las ejecuciones no podrían ser nada -o serían mucho menos de lo invisibles de lo que son- si no fuera por la publicidad, ese terreno fértil de la creatividad no sólo para promocionar cuestiones comerciales sino también causas más nobles. En este caso, para generar conciencia sobre la vigencia en la actualidad de la pena capital.





EN MEDIO DE UN LITIGIO TERRITORIAL,
MATAN A UN CAMPESINO DEL MOCASE


El crimen ocurrió en el paraje de Simbol, en el norte santiagueño, a unos 400 km. de la capital provincial, en el límite con Salta.
Según un comunicado del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE), el "sicario" de un empresario agropecuario de Salta, llegó a la casa de Galván "a provocar como tantas otras veces, sólo que esta vez con la intención de matar". La víctima se llamaba Miguel Galván y sufrió una herida letal con un arma blanca en el cuello. Según la organización campesina “Galván y sus familiares habían denunciado la tala indiscriminada de tierras y las amenazas de muerte y golpizas que sufrieron por haber denunciado.
El asesinato de Galván fue perpetado a casi un año de que otro campesino, Cristian Ferreyra, de 23 años, muriese baleado por hombres que trabajaban para un productor sojero, el 16 de noviembre en San Antonio, a 60 km. de Monte Quemado.


LOS MOTORES DEL 
CRIMEN VIOLENTO 
METROPOLITANO


“Me dice muy poco un título: Llevamos cien homicidios en el año; hay una criminología académica y otra mediática. Una viene a ser la medicina científica y la otra el curanderismo. La segunda rige la vida cotidiana”
“¿Qué cien homicidios? ¿Entre familiares, ajustes de cuentas, robos? ¿Homicidio entre borrachos? ¿por cuestiones pasionales? Las prevenciones son distintas. La forma de prevención tiene que ser específica. No tenemos perfil de víctimas. No tenemos perfil de victimarios”, señalaba Zaffaroni.
Y parece que el paradigma viene cambiando.
El portal Cosecha Roja publicó en mayo una exhaustiva nota, firmada por FedericoTrofelli, sobre los asesinatos por ajustes entre narcos en Rosario. En un poco más de un mes se registraron alrededor de 15 casos de ejecuciones por “cuentas pendientes”, entre ellos diferencias mortales entre pequeños narcos ligados a la policía. Asimismo, en los primeros cuatro meses de 2012, fueron alrededor de 60 los “ajustes de cuentas”.
Y hasta el diario Clarín se ocupó de desmenuzar por entonces - del 1° de enero al 31 de agosto- los asesinatos ocurridos en Rosario. Además de detallar desde el título de un informe de su corresponsalía local que “una de cada cuatro víctimas de crímenes es un adolescente”, en el desarrollo se aclara que “la mayoría respondió a ajustes por drogas o a la rivalidad entre bandas barriales” y “el 10% fue por robo”.


“Autos de alta gama y concesionarias de primer nivel baleadas. Kioscos de droga que se demuelen pero junto con los ladrillos sólo caen detenidos los eslabones más bajos del narcotráfico. Mujeres víctimas de la trata y la prostitución, cuyos capos siguen siendo invisibles. Y detrás de todo eso, mucho dinero sucio que busca ser blanqueado y que incluso se reproduce con préstamos en negro a tasas usurarias”, relata el informe.
Entre los entrevistados está el criminólogo Enrique Font, uno de los especialistas más recomendables para dimensionar, contextualizar y abordar el problema.
Los síntomas, se sabe, determinan el diagnóstico. Y sin diagnóstico lo que hay es lo que se ve, un malestar crónico que tiende a empeorar más que a solucionarse.

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