Las tapas de los diarios del mundo -o, en su defecto los encabezados de los portales de noticias online- pusieron la lupa en el nuevo Papa. Algunos con picardía, otros con miradas originales y disímiles, y hasta con mensajes subliminares acaso involuntarios.
Éstos son algunos de los más curiosos títulos sobre el flamante sumo pontífice de factura nacional.
Para empezar por casa, como indican las reglas, así habría titulado yo, claro que con la ventaja de haber atravesado el primer aluvión desesperado de la primicia o, en este caso, la urgencia compartida a nivel global. Apenas como una impresión primaria, en caliente, pero no tanto, así podría haberse presentado
la elección del Papa argentino:
En la cima de las alusiones al argentino que se sentará en el sillón de Pedro, el inglés Daily Mirror y un ocurrente enfoque:
LA NUEVA MANO DE DIOS.
Otro número puesto era la referencia al país de origen del recientemente designado líder mundial de la Iglesia Católica. De ahí se agarraron el chileno Las Últimas Noticias con el tonito argentino de "QUÉ HACÉS, DIVINO" y el estadounidense The Huffington Post en su versión en español que se largó con un pertinente
"CHE, TENEMOS PAPA"
Un tanto más agresivo (y hasta envidioso, se diría) es este amenazante título del portal colombiano El Tiempo que recuerda al peligro que supone un orate armado con un elemento punzocortante al advertir que ahora hay "MILLONES DE FIELES EN MANOS DE UN ARGENTINO".
Y dos puntos de vista disímiles: uno acerca de un costado oscuro de sospechas y otro algo esperanzador aunque ambiguo.
El segundo pertenece a The New York Times que apela a la tibieza que modera escepticismo y entusiasmo definiendo al nuevo Papa como "UN CONSERVADOR CON UN TOQUE DIALOGUISTA"
También se anota en este breve y arbitrario recorrido, un caso de manual, el efectista neologismo acuñado en el periódico digital sanjuanino Tiempo que reza "¡VATICANAZO ARGENTINO!"
Y para cerrar no un título sino un desliz de los diseñadores del portal venezolano Últimas Noticias que no repararon en el detalle de pegar a la espalda del flamante Papa, la sugerente figura de una dama desprovista de pilchas, munida de un buen vaso de birra. O sea...
Habemus Papam. El primero argentino, latinoamericano, jesuita y -según nos instruimos instantáneamente en menos de medio miércoles- además hincha de San Lorenzo: un hombre que sabe lidiar con los padeceres cotidianos y que no le queda otra que creer en Dios, sobre todo a la hora de relojear la zona inferior de la tabla de posiciones adonde quema el fuego del descenso.
